Sobre las energías no contaminantes y su empleo en los hogares

Dentro de la actual tendencia de avanzar en el uso de las energías renovables, la energía solar térmica y su utilización en la producción de agua caliente en instalaciones tanto unifamiliares como colectivas, tales como bloques de viviendas, residencias de la tercera edad, polideportivos, campings, hoteles, es una de las aplicaciones prácticas que previsiblemente más podrán emplearse en el marco urbano para achicar la emanación de gases contaminantes y atenuar la dependencia de los combustibles fósiles.

El nuevo marco legal que se está desplegando en España estimula e inclusive lleva a utilizar mecanismos que aseguren un mínimo de cobertura de demanda energética por medio de la energía solar.

Inauguración del Foro Global de Energía Renovable by Gobierno Federal

Los colectores absorben el calor y lo acumulan gracias al efecto invernadero creado en la parte interna de la placa, al aislamiento del medio exterior, y a la facultad de absorción de los cuerpos.

Paneles, módulos, colectores, placas solares son términos que acostumbran a usarse como sinónimos, a pesar que a las placas que se utilizan en térmica se les llama por convención ‘colector solar’. Se hallan situadas comúnmente en el techo y sirven para captar el calor producido por los rayos solares.

Una instalación fotovoltaica está compuesta por un grupo generador, formado por una extensión de paneles solares fotovoltaicos, un regulador de carga, un grupo acumulador y un inversor. Durante las horas de recalentamiento, los paneles fotovoltaicos producen energía eléctrica en forma de corriente continua que es conservada en los condensadores. En los momentos de consumo energético, los acumuladores proveen ésta electricidad, teniendo que ser convertida en corriente alterna por el inversor a los receptores.