Cuenta con un certificado de limpieza e higiene para tu negocio

A la hora de proporcionar servicios de limpieza y mantenimiento a los clientes, es fundamental que las empresas de este sector ofrezcan una atención de calidad y personalizada para satisfacer las diferentes necesidades, así como para mostrar resultados impecables tras la realización de los trabajos.

Pero además de cuidar estos aspectos tan importantes, es muy recomendable contar con un certificado de limpieza e higiene que avale la realización de los servicios conforme a los requisitos establecidos. Esta certificación constituye una declaración pública acerca de la validez de la empresa y supone un plus muy importante a la hora de transmitir confianza y profesionalidad a los clientes.

En España, este documento es conocido específicamente como Certificado de Profesionalidad: Limpieza de Superficies y Mobiliario en Edificios y Locales (SSCM0108) , el cual es concedido por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y se puede obtener de forma presencial, o bien a través de la modalidad online.

Durante la preparación para conseguir este certificado se abordan todos los aspectos relacionados con la limpieza de suelos, paredes, mobiliario y cristales, tanto en edificios como en locales, así como la utilización de la maquinaria necesaria para llevar a cabo los diferentes trabajos.

limpieza e higiene

Además, muchas empresas de limpieza optan por conseguir otras certificaciones, como la extendida Norma ISO 9001, relacionada con los Sistemas de Gestión de la Calidad; la SA 8000, de Responsabilidad Social Corporativa (con el propósito de fomentar unas mejores condiciones laborales); la ISO 14001, relativa a la implantación de Sistemas de Gestión Ambiental, o la OSHAS 18001, que especifica los requisitos para establecer un sistema de gestión de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.

¿Cuáles son las ventajas de tener un certificado de limpieza e higiene?

Algunos de los beneficios que pueden conseguir las empresas de limpieza obteniendo una certificación de este tipo son:

  • Lograr un elemento diferenciador que sirva para aventajar a muchas compañías de la competencia.
  • Asegurar el cumplimiento de los requisitos establecidos en relación con los sistemas y procesos.
  • Aumentar la motivación de los trabajadores al transmitirle la sensación de encontrarse en un entorno laboral profesional y cualificado.
  • Incrementar la eficacia y la eficiencia de la organización, lo cual conlleva a la consecución de los objetivos propuestos.
  • Reducir las posibles situaciones de riesgo durante la prestación de servicios.
  • Transmitir una mayor confianza a los clientes que contraten los servicios de la empresa.

Todos estos beneficios deben ser considerados por parte de las empresas de limpieza con el objetivo de mejorar su imagen, tanto a nivel interno como externo, así como para optimizar su rendimiento gracias a la adquisición de los conocimientos y las técnicas más innovadoras del sector.

Asimismo, con la obtención de un certificado de este tipo, muchas empresas, como es el caso de Perfexya, tienen la posibilidad de mejorar sus protocolos de actuación en los diferentes espacios donde prestan sus servicios, un aspecto que repercute en una mayor eficiencia y en la consecución de unos mejores resultados.

ADR: la importancia de almacenar y transportar correctamente cada materia

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Las materias peligrosas son productos que pueden resultar nocivos para la salud de las personas y para el Medio Ambiente. Por eso, su envasado, transporte y almacenaje se ha regulado mediante normativas para garantizar la seguridad. Una de estas normativas es la que se conoce con las siglas ADR (del inglés Agreement on Dangerous Goods by Road ). Se trata de un protocolo para definir el transporte por carretera de productos considerados peligrosos y es de aplicación internacional, siendo revisado cada dos años para adecuarlo a las últimas novedades en materia de fabricación, envasado… etc.

El ADR es, por lo tanto, un acuerdo internacional para garantizar unos estándares en el transporte de productos peligrosos. Su cumplimiento resulta vital y exige contar con empresas especializadas en logística de productos químicos o en almacenaje de mercaderías peligrosas.

En este artículo queremos repasar la importancia de que cada producto considerado peligroso sea transportado y almacenado en función de sus características y necesidades:

-. Explosivos: se trata de materias que, debido a una reacción química desprenden gases a una temperatura o velocidad que puedan producir daños; o materias que pueden producir reacciones exotérmicas. Durante su transporte deben ir etiquetados con un rombo de color naranja con letras negras.

 -. Gases: los gases se pueden dividir en tres categorías (inflamables, no inflamables y tóxicos). Se trata de materias que a presión normal y a una temperatura de 21 grados se encuentran en estado gaseoso. Se trata de un producto que exige especial cuidado durante su transporte y manipulación. Podemos saber que un camión transporta gases si está identificado con rombos rojos (gases inflamables), verdes (no inflamables) o blancos (gases tóxicos).

-. Líquidos inflamables: son líquidos cuyo punto de inflamación es de 60 grados. Al tratarse un producto que puede producir combustión (y también resultar tóxico o corrosivo) es muy importante que se mantengan unas condiciones y una temperaturas durante su transporte y almacenaje. Son líquidos inflamables la gasolina, el aguarrás o las pinturas y barnices, entre muchos otros. Los vehículos que los transportan deben ser identificados con un rombo rojo (al igual que pasa con los gases y con otros productos inflamables).

-. Sólidos inflamables: se trata de una categoría muy extensa que se subdivide en diferentes tipos de productos (materias autoreactivas, materias que desprenden gases, materias que en contacto con el agua desprenden gases…). Cada subtipo tiene unas determinadas especificidades en lo referente al transporte y almacenaje.

-. Materias Comburentes: Son líquidos o sólidos que pueden provocar o favorecer la combustión, puesto que dan lugar a reacciones que desprenden oxígeno y en contacto con otros materiales aumentan el riesgo de que se produzcan incendios. Son por lo tanto, materiales delicados que exigen un transporte y un almacenaje muy cuidadoso. Se identifican con un rombo amarillo  o amarillo y rojo en el caso de los peróxidos orgánicos.

-. Materias tóxicas: se trata de materias que pueden provocar envenenamiento (con riesgo de muerte) si entran en contacto con el cuerpo humano. Se identifican mediante un rombo de color blanco.

-. Materias radioactivas: son objetos o materias que contienen radionucleidos con una concentración que exceda la máxima permitida. Diferentes formas de uranio o plutonio son materias radioactivas.

-. Materias Corrosivas: se consideran corrosivas las materias u objetos que, por contacto, dañan el tejido epitelial de la piel, las mucosas o los ojos. Los ácidos son un buen ejemplo de materias corrosivas. Su identificación es con un rombo blanco y negro y exigen tomar medidas de precaución durante su transporte y almacenaje.

-. Materias que presentan peligros diversos: son materias que suponen algún tipo de peligro no contemplado entre los anteriores. Los reconoceremos por su rombo partido, una de cuyas mitades se estampa con rayas verticales negras.

Todas estas materias peligrosas cuentan con una regulación específica para el transporte por carreteras, el llamado Acuerdo Europeo sobre el transporte internacional de mercancías peligrosas.

La importancia de tener un certificado de calidad

Cuando tenemos un producto o servicio es necesario evaluarlo para determinar su finalidad. Sus características tienen que ser normalizadas en un documento denominado “Norma”. Para ello debe haber un acuerdo de sus fabricantes, usuarios, autoridades u asociaciones profesionales, entre otros.

Sabiendo esto una certificación de calidad es el resultado de un proceso por el cual los auditores o evauladores de la empresa certificadora examinan la conformidad de ese producto o servicio según los requisitos de la norma. Si el resultado es satisfactorio se emitirá pues un documento público: el certificado.

Todos los certificados de calidad contienen:

–  Un periodo de validez

–  A qué tipo de productos o servicios se aplica.

–  La norma de referencia que se ha usado como elemento de examen. Aquí se muestran y se explican las características del producto o servicio.

–  La Entidad u Organismo de certificación que lo ha emitido.

–  Información sobre el fabricante u organización que posee el certificado.

El documento declara la conformidad de un producto, un servicio o sistema de gestión con una determinada norma o documento de referencia.

Es necesario que la empresa haya identificado primero las necesidades y expectativas de sus clientes y así incorporar en todos sus procesos internos los métodos y recursos que permitan obtener el resultado deseado por el cliente.

Por tanto, el certificado de calidad ampara las posibilidades de la empresa para satisfacer las necesidades y expectativas del usuario o cliente, ya sea a corto, medio o largo plazo. Los encargados del producto o servicio declaran con este documento que son capaces de cumplir esa labor.

Obtener un certificado de calidad no solo es una ventaja para la empresa que lo ostenta sino un beneficio para el propio consumidor:

–  Supone una información adicional sobre el producto o servicio que ayuda al cliente a tomar la decisión de compra.

–  Proporciona una confianza mayor y más posibilidades de venta que aquellos que no poseen un certificado de calidad.

–  Garantiza una serie de canales de comunicación con el fabricante o proveedor (posibilidad de reclamación y participación, encuestas de satisfacción, servicios de atención al cliente).

–  En el aspecto de comunicación externa la empresa que posee un certificado de calidad destaca en el mercado de su ámbito de servicios de aquellos que no lo tienen. Por tanto, asegura un incremento en la reputación e imagen de empresa.

–  En comunicación interna se desarrolla una mejora continua entre los trabajadores con una eficacia y eficiencia de los procesos como prácticas habituales en su gestión.

La calidad es un componente básico a la hora de desarrollar un servicio y darlo a conocer. Ayuda a las empresas a obtener beneficios y una buena imagen en poco tiempo además de poder ser líderes en la competencia con otras entidades que desarrollen la misma actividad.

Para más información consulta este pdf.

Yo también quiero ser inspector de calidad.

Uno siempre ha pensado que eso de pagar por tener sexo es lo más similar que puede darse a jugar un partido de tenis y pagar por ganar. Que pierde buena parte de la gracia, quiero decir. Por eso entiendo la prostitución como un servicio para quienes no tienen posibilidad de cubrir determinadas necesidades de otra forma.

No: no puede decirse que un servidor sea un Casanova ni que, como un marinero, tenga una en cada puerto y otra más en alta mar, por si se presenta una urgencia. Más bien al contrario: ligo menos que la gata del Vaticano. Pero tampoco he necesitado, al menos hasta el día de hoy, los servicios de determinados negocios.

Es por esto que me he quedado más bien sorprendido cuando he visto, en una nota de prensa, como a dos “establecimientos de alquiler de habitaciones por estancias cortas de tiempo” (que así le llama su dueño a lo que, en un lenguaje menos socialmente correcto e infinitamente más claro se llaman puticlubes, o puticlús, según el nivel cultural de quien los mencione) les han concedido el certificado de calidad ISO 9001.

La vida rosa y la perla negra. Imaginativos, los nombres

La vie en rose” y “La perla negra”, se llaman los locales, pertenecientes al grupo empresarial llamado como el primero de ellos, que han solicitado y se les ha concedido el distintivo máximo de calidad, la ISO9001.

Me parece de perlas –del color que sean-, ojo, que cualquier empresa opte al ISO 9001 y, si se lo han concedido a estos lugares, pues mira, pues me alegro. Será gracias a su limpieza, a sus servicios o a la calidad superior de sus orgasmos.

La prueba del inspector

Porque supongo que algo influirá la calidad de los servicios a la hora de premiar uno u otro local. Y está claro qué servicios van buscando los clientes. De este modo, cabe suponer que el inspector del certificado haya tenido que probar, por pura obligación, el producto: “A ver señorita mueva usted el culo. Adelante y atrás. Eso es. Y ahora deme un lengüetazo donde más le inspire. Muy bien. Muchas gracias. La siguiente, aquella mulatona de labios carnosos”.

¿Y los precios? Porque, claro, un servicio de calidad ha de pagarse como tal ¿Deben esperar los clientes un tiarrón de dos metros en la puerta, muy bien vestido, eso sí, y otro más en la habitación contando las embestidas y, cuando llegue a la número equis, sujetar al entusiasmado cliente por las caderas y comunicarle que si quiere más ha de pagar un extra, fregar los platos o ponerse en el lugar de la señorita y satisfacer a un señor de tendencias muy diferentes?